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¿Han oído hablar del reflejo del moro? Es un reflejo involuntario de los recién nacidos que consiste en que extienden los brazos hacia adelante como si fueran a dar un abrazo, con movimiento rápidos, generalmente cuando se sobresaltan por falta de apoyo. Suelen tensar hombros y espalda y en ocasiones tienden a llorar.
Yo no había oído hablar de ello hasta que nació mi bebé, aún estábamos en el hospital cuando empezó hacer esos movimientos extraños con los brazos, parecían espasmos y los repetía con mucha frecuencia. Mi marido y yo nos asustamos, ¿era normal? ¿o tendría algún problema?
El reflejo del moro es perfectamente normal, de hecho, su ausencia es signo de preocupación. Generalmente, desaparece en los primeros meses y es uno de los muchos reflejos primitivos que hacen los bebés al nacer.
Estos reflejos primitivos están vinculados con el sistema nervioso. Se trata de una respuesta ante diferentes estímulos que cumple una función de supervivencia.
Poco a poco, según va madurando el sistema nervioso, los reflejos van evolucionando o despareciendo para dar lugar a movimientos más complejos, convirtiéndose en reacciones y conductas aprendidas, que proporcionan la base del desarrollo del bebé y su adaptación al entorno.
Es el proceso en el que se adquieren habilidades motoras cada vez más complejas. Generalmente, vienen afectadas por los siguientes puntos:
El desarrollo generalmente se realiza de la cabeza a los pies, y del pecho hacia las extremidades, de tal forma que la evolución en los bebés empieza por mantener la cabeza en los primeros meses y continúa durante el primer año logrando llegar a caminar.
Si queremos saber si nuestro niño presenta un correcto desarrollo motor, deberemos analizar su motricidad, es decir, la capacidad de movimiento que tiene sobre su propio cuerpo.
Primero desarrollará la motricidad gruesa, aquella que corresponde a movimientos grandes tales como andar, correr, saltar, y que impulsará el desarrollo de la motricidad fina, movimientos con mayor destreza como tomar artículos pequeños con sus dedos.
La importancia de detectar cuanto antes posibles problemas que pueda tener nuestro bebé, hará que podamos encontrar una solución a tiempo.
Estoy casada, yo creo que igual que muchas otras mujeres, con un futbolista profesional frustrado, es decir, mi marido soñaba con ser un futbolista estrella, un Messi, jugar en las grandes ligas y ganar mundiales, pero, evidentemente, no pudo ser.
Ahora que hemos tenido un niño, él piensa que nuestro hijo puede cumplir su sueño y convertirse en ese jugador que él siempre soñó.
Así que esto es lo que me ha tocado, los primeros juguetes de mi bebé fueron balones de fútbol y en cuanto empezó a gatear, ya le compró la portería y le tiraba la pelota con la esperanza de que, si empezaba cuanto antes, más se podría desarrollar y más lejos iba a poder llegar. Pero, ¿es eso posible?
Hasta los 3 años de vida, la estimulación del deporte puede contribuir a la capacidad de coordinación de forma que el niño controle el equilibrio y el espacio y desarrolle favorablemente sus habilidades motoras. Sin embargo, es difícil que antes de esa edad se pueda establecer algún tipo de regla como exigen los deportes, lo habitual es fomentar el ejercicio físico mediante juegos donde el niño pueda sentirse libre para el movimiento.
Se puede empezar a practicar desde tan sólo los primeros días de vida, les ayudará a ejercitar la respiración y aprenderán a relajarse frente a la ansiedad.
Es el ejercicio perfecto para realizar junto a tu recién nacido, pues es una actividad que podrás realizar después del parto sin necesidad de separarte de él, fomentando el vínculo entre ambos.
El yoga favorece el conocimiento y el control del cuerpo ayudando a su desarrollo motor.
Además, podrás realizarlo en tu casa, sólo debes preparar un ambiente tranquilo, poner música de relajación, sonreír y dar tranquilidad a tu bebé. Si, por el contrario, prefieres acudir a una clase de yoga, deberás tener en cuenta que, generalmente, solicitan que tu bebé tenga al menos dos meses.
Se puede realizar desde que el bebé tiene aproximadamente tres meses, siempre acompañado de uno de los padres y dependiendo de la madurez emocional y desarrollo físico del niño.
Es una experiencia que aportará a tu bebé seguridad y comodidad en el agua, además de que se potenciará el desarrollo motor y fortalecerá su sistema cardiorrespiratorio.
Es una oportunidad de aumentar el vinculo con tu bebé, pues pasarán un tiempo juntos, dedicado a él, transmitiéndole relajación y seguridad.
La AAP (Academia americana de Pediatría) recomienda las clases de natación desde que los niños cumplen un año, momento desde el cual se ha comprobado que las clases ayudan en la protección contra el ahogamiento.
Los niños nacen sabiendo bailar, enseguida captan la música y siguen el ritmo para moverse, incluso antes de saber caminar.
Estimularles con el baile desde pequeños puede aportar numerosos beneficios a su desarrollo físico y psicológico.
Hay varias opciones según la edad del pequeño:
Es un buen deporte para practicar en familia, tiene la ventaja de que se practica al aire libre, disfrutando de la naturaleza y el entorno que lo rodea.
Los beneficios que aporta son:
Para bebés menores a dos años se adaptarán los palos a su altura y será como un juego de golpear a la pelota con el palo.
Desde los dos años ya existen planes de clases adaptadas para ellos y a partir de los cuatro es el momento en que los pequeños pueden empezar a tomar clases más serias para aprender sobre la estrategia en este deporte.
Escucharán decir que el futbol no es apropiado antes de los 5 años de edad, pero eso es así si lo consideramos un deporte estricto en el que hay que cumplir con sus reglas. Sin embargo, jugar con la pelota es algo que los niños hacen casi desde el nacimiento y, si lo enfocas como un juego de equipo, donde se aprenden diferentes tácticas de manejo de la pelota y a tirar a portería, entonces tu hijo o hija puede recibir clases desde el año y medio.
Además de contribuir al desarrollo motor como el resto de los deportes que hemos visto, en este caso, se desarrolla la socialización, ya que es el único deporte de nuestra lista que se practica con otros niños de su edad. Aprenderá el concepto de trabajo en equipo y ayudará al desarrollo de las habilidades comunicativas.
En mi casa, desde los 10 meses mi hijo disfruta jugando con la pelota y tirando a portería y le encanta que le celebremos los goles. Eso alimenta su autoestima y le motiva a repetir la actividad estimulando también su motricidad.
En general, a partir de los 3 años, ya se puede establecer una didáctica deportiva, donde el niño comprenderá situaciones y desarrollará habilidades creativas y sociales que le ayudarán de forma beneficiosa a largo plazo.
¿Tu peque practica algún deporte? En general, tienen mucha más energía que nosotros así que es importante que les proporcionemos alguna actividad física durante el día para que, después, les ayude a descansar y dormir bien.
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Guía de Tallas
Talla | NB | 0-3 meses | 3-6 meses | 6-9 meses | 9-12 meses |
Altura (cm) | 56 | 62 | 68 | 74 | 80 |
Pecho (cm) | 41 | 43 | 45 | 47 | 49 |
Cintura (cm) | 41 | 43 | 45 | 47 | 49 |
Cadera (cm) | 42 | 44 | 46 | 48 | 51 |
Peso (kg) | 5 | 6 | 7.5 | 8 | 9.5 |
Una respuesta
Muchas gracias por tu aportación. Feliz semana.